Por Daniel Romo Lagos.
Revista Nº 10, 2007, año 3.
Colores distintos, durante el día se nos presentan en nuestros ojos, ojos acostumbrados muchas veces a la selva de cemento, de esto nosotros conocemos, nuestro bellos edificios en la universidad dan muestra de una “bella” representación de las apariencias, el vacío, la frialdad y por sobre todo la poca capacidad de hermosear nuestro entorno con pocos recursos.
Esto último me llama mucho la atención, hemos dejado de lado lo hermoso que puede ser la vida y por sobre todo de las pequeñas cosas de la vida, como es una bella sonrisa al encontrarte con una persona en un frió ascensor de la facultad, y todo lo que puede proyectar esta en los pequeños segundos que dura su dibujo en una blanca hoja de papel. han recordado de lo que les hablo?, de lo que se siente?, a veces se nos olvida, pero esta ahí, unos trazos mas allá, de hecho esta en ti y en el que provocaste una sonrisa al sonreír.
Solo es dejarse llevar, seguir las buenas vibraciones espontáneamente y crear un quiebre en nuestro trabajólico sistema de vida atrapante de Occidente (babilonia), vacío, lleno de apariencias no reales, de excesiva competencia (recordando que la vida no es una competencia) como es nuestra selva de cemento. No olvidemos que en estas selvas existen personas que somos nosotros, el resultado de un día de amor, los que creamos nuestra realidad (nuestra vida y nuestra verdad) revolución interior para resistir en el exterior. Paz, AMOR y conciencia.
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